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    Cuando en 1954 adquirió su hierro y su divisa, se ponía en marcha en España una ganadería con carisma que nunca más ha tenido cruces.

     
Trabajo, dedicación y perseverancia fue su constante habitual.

     Como ganadero, su objetivo fue crear un toro que le gustara y, si medio lo conseguía, que pudiera ser rentable.

     Fue un ganadero idealista y romántico, para el que el tema económico siempre era una consecuencia y no un fin.

     Buscó un toro con raza que aguantara la lidia y con suficiente nobleza para dejarse hacer, pero nobleza de toro bravo.
     Perseguía un toro bravo con casta y pudo ver, discreto y en silencio, el esplendor de su ganadería, que sus hijos, sin apartarse un ápice de sus directrices y manteniendo la pureza de la sangre de las reses han conseguido alcanzar.

     Una ganadería con sello propio; con encaste propio, es lo que están viendo hoy sus nietos.

     Cuando en aquel entonces se hablaba de toros de Cuadri, todo aficionado sabía muy bien de que se hablaba.

     Hoy en día, casi 60 años después, cuando se habla de un toro de Cuadri, se comprueba que se trata de los mismos toros que el antiguo aficionado esperaba ver.

     Siempre deseó que sus toros no fueran ni para los toreros ni para sacar dinero, sino para disfrute de los aficionados.

     MORADO, AMARILLO Y BLANCO, Los colores de su divisa

     CASTA, BRAVURA Y NOBLEZA, Su toro ideal.

     LUCHADOR, HONESTO Y DISCRETO, su excepcional carácter.

     En la ganadería siempre brillará esta trilogía, ya que sus hijos se han encargado de que su huella permanezca viva.





 

    D. Fernando Cuadri es el actual representante de la ganadería. Una persona completamente enamorada del campo, de los animales y de la ganadería que lleva su apellido.

    Nació en Trigueros provincia de Huelva, en el seno de una familia con 8 hermanos. Estudio en Sevilla la carrera de Ingeniero Superior Industrial.

   La faceta de ganadero de reses bravas puede considerarse como la punta de un iceberg, su parte visible, bajo ella subyacen unas aficiones, que es muy posible Vds. desconozcan: una de ellas, su pasión por la cría de canarios. En el ático de su casa tiene unas perfectas instalaciones que albergan hasta 500 canarios, faceta ésta, con la que ha conseguido un amplio medallero en sus modalidades de oro, plata y bronce.

    También tiene un amplio palmares como criador de gallinas enanas. En un número aproximado de 150 ejemplares que posee, es acreedor de numeroso premios nacionales en la denominada clase "Java".

     Fue criador de gallos de peleas, actividad que dejo hace ya unos cuantos años.
   
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    Y como actividad complementaria desde hace unos poco años, aunque sin animo de hacerle la competencia a Noe, es ya un "ganadero importante " en la crianza de ganado manso, sobre todo de la raza Limusin.

    Como ganadero de bravo, Fernando sabe que continua una labor privilegiada, pero también una responsabilidad.

    La visión de futuro que tenía D. Celestino hizo que en el año 1973, con tan sólo 52 años de edad, cediera la gestión de la ganadería a sus hijos Fernando, Luis y Juan, apartándose justo en el mejor momento de la dirección de una ganadería que había adquirido 19 años antes.

    La bravura, a buena casta mostrada por sus toros y su tradición ganadera le hacen, sin duda, merecedor de algo tan importante como 50 años de antigüedad, un encaste propio, y el poder llevar con una camada tan corta en la que normalmente lidia 5 o 6 corridas al año, toros con trapío e interés a ferias tan importantes como Madrid, Sevilla, Zaragoza o Valencia, en un mismo año, o sea, que más de la mitad de la camada es lidiada en las plazas de la mayor importancia.

    D. Fernando Cuadri es el representante de una ganadería, que, sin apartarse un ápice de las directrices marcadas por su fundador, ha sabido mantener la pureza de la sangre de las reses

    Su padre siempre pensó que la ganadería era un proyecto a largo plazo y que sólo tendría éxito si los criterios de selección era acertados y si además este criterio de selección se mantenía a través de varias generaciones. Además consideraba que lo más problemático para una vacada era el cambio de manos, de manera que ese cambio tenía que ser muy suave, así que Fernando y Luís fieles a los principios de su progenitor prosiguieron desde l973 la tarea del fundador y alma de ganadería.

    En los 33 años que la ganadería está en manos de Fernando, y a través de un reciente estudio, realizado por los veterinarios de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, en la que se han analizado hasta 79 ganaderías, se ha llegado a la conclusión de que por historia, genética, comportamiento y morfología, es la ganadería que genéticamente se encuentra mas aislada, o sea que es la ganadería de bravo que mas diferencias tiene de todas las demás, seguida a bastante distancia de los encastes de Miura, Marques de Albaserrada y Partido de Resina, estando a la espera de mayores estudios, que incluso podrían confirmar que estamos hablando no de un encaste, si no de una nueva raza de toros de lidia.

    Cuando en aquel entonces se hablaba de toros de Cuadri, todo aficionado sabía muy bien de que se hablaba. Hoy en día, casi 60 años después, cuando se habla de un toro de Cuadri, se comprueba que se trata de los mismos toros que el antiguo aficionado esperaba ver. Y prueba de ello fue el emotivo y multitudinario homenaje organizado en Trigueros, el pasado mes de abril, con motivo del cincuentenario de la presentación en la plaza de las Ventas, del hierro de la ganadería.

    Hoy en día que ya esta empezando a vislumbrase el relevo y pudiera plantearse el problema que ya D. Celestino intuyó hace casi 40 años: el cambio de manos y la dificultad de conservar las mismas pautas de selección; ya parece solucionado con la integración de los jóvenes de la familia, Fernando, Tino y Antonio, excelentes muchachos, cultos, aficionados y con "tradición ganadera", que desde siempre han participado en las tareas camperas y actualmente están totalmente involucrados.

    Desde luego, no hay ninguna duda de que los tres muchachos reúnen las condiciones indispensables para que el mas clásico de los apellidos onubenses, dedicados a la cría de bravo, "CUADRI", continué siendo un referente a nivel mundial de lo que debe ser un toro bravo y seguro que el patriarca D. Celestino disfrutara viendo que sus hijos fueron capaces de inculcar a sus nietos la idea de que "Un Cuadri" es una garantía de integridad en la Fiesta de los toros."
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